Innovación

"Re-Think", pensar de forma diferente. La propuesta de Nigel Barlow para el liderazgo en la Nueva Era

By mayo 23, 2009octubre 12th, 20116 Comments

La innovación es una prioridad y una necesidad estratégica, pero es más difícil de llevar a la práctica de lo que muchos están dispuestos a reconocer. En su libro “Rethink”, Nigel Barlow nos da algunas de las claves para conseguirlo. Lo esencial, según explica el autor, es “re-pensar”, es decir, desarrollar el hábito de pensar de forma diferente, de forma inusual y original. En la conversación de hoy vamos a reflexionar sobre la propuesta de Barlow en el contexto del liderazgo 2.0 y la innovación en la gestión.

Dos tipos de creatividad

Para Barlow, hay dos tipos de creatividad: la adaptación, que consiste en mejorar lo que ya existe, y la innovación, que consiste en pensar de manera diferente. Normalmente, los directivos se preocupan mucho por seguir mejorando, y la empresa acaba centrándose casi exclusivamente en la adaptación.

Es verdad que «mejorar lo que ya existe» resulta fundamental para un negocio. Pero cambiar las cosas es cada vez más importante. A menudo, la estructura de la organización “margina” a la gente que realmente piensa diferente. Acaban sintiéndose como “outsiders”, seres extraños. Y eso es un problema, porque hoy el reto para la mayoría de las organizaciones consiste en cambiar la propia organización, y ello requiere los dos tipos de creatividad: adaptación e innovación.

Según el autor, el problema se encuentra también en el propio sistema educativo:

Si usted pregunta en una clase de niños de cuatro años quién se siente creativo, todos alzan la mano. Si se hace la misma pregunta a los 14 años, no hay brazos en alto. Ahí está el fallo del sistema educativo.

Dos tipos de personas: los críticos y los creadores

En opinión de Barlow, hay dos tipos de personas en el mundo:

1. El grupo de los “Sí, pero…”, que son aquellos que evalúan y juzgan las ideas incluso antes de haberlas escuchado por completo. Son, por naturaleza, adversos a las nuevas ideas y tienen la mentalidad de un crítico más que la de un creador.

2. El grupo opuesto, formado por los “Re-pensadores”. Son aquellos que están abiertos a las ideas originales. Les gusta descubrir nuevas formas de aproximarse a los problemas y a las situaciones más cotidianas, y tienen la valentía suficiente para poner nuevas ideas en práctica. Su forma de pensar se caracteriza por fórmulas como «¿Por qué no?» o «¿Y si…?», en lugar del «Sí, pero…” típico de los críticos.

Lo más sorprendente es que, a veces, estos dos tipos no corresponden a personas diferentes, sino que son dos caras de la misma persona. ¿Que día tienes hoy? ¿Estás positivo o estás negativo? ¿Te apetece descubrir cosas nuevas o prefieres reafirmarte en tus convicciones? Tu actitud puede cambiarlo todo.

Como hemos comentado, las organizaciones deben seguir funcionando, y hay momentos en que el “Sí, pero…” puede ser conveniente. Pero el uso excesivo de este canal de pensamiento nos lleva a un endurecimiento prematuro de la mente, y a rechazar las nuevas ideas sin ni siquiera darles una oportunidad.

¿Cómo empezar a re-pensar?

Distínguete. Sé diferente. El éxito de empresas como Apple, ING, Startbucks o el Circo del Sol (Cirque du soleil) está en que son diferentes. Frente a la opción tradicional, que consiste en entrar a competir en un mercado lleno de rivales, siguen una Estrategia de Océano Azul que les permite crear nuevos mercados con nuevas reglas. Apple llegó desde fuera del mercado de la música, y fue capaz de transformarlo totalmente con el iPod.

En la práctica, Re-pensar supone preguntarte: ¿Es la visión, misión, la declaración de valores, e incluso la pagina web de mi compañía como la de cualquiera de mis competidores? ¿Cuál sería su aspecto si tú realmente fueses diferente?

Saca a la luz tus creencias y modelos mentales. Si llevas gafas verdes, verás todo de color verde. Además, al cabo de un tiempo olvidarás que llevas las gafas puestas, y no sabrás por qué ves todo verde. Te parecerá algo natural. Del mismo modo, no somos conscientes de nuestras creencias, ni de los modelos mentales con los que operamos cada día.

Hoy puedes sacar a la luz tus creencias. Sólo tienes que mantener una conversación atrevida y franca con alguien cercano. Habla con él o ella sobre tus creencias en cuestiones importantes como la amistad, el trabajo, la vida o la muerte. Será como poner un espejo enfrente de tus creencias para ver realmente qué es lo que piensas sobre esos temas. Te darás cuenta de que el mundo que vemos es el que creemos.

Piensa que ha llegado la hora de liberarse de esas creencias que te impiden avanzar.

Sé un creador, no un crítico. Todos sabemos reconocer cuándo estamos siendo críticos, y cuando estamos siendo “re-pensadores”. Recopila: ¿cuántas veces, a lo largo de esta semana, has dicho “Sí, pero…» a las ideas de los demás? Las fórmulas utilizadas para criticar son muchas: «Con todo respeto …» «He oído lo que dices, pero … «» El problema es que … «, y un largo etcétera, siempre poniendo trabas a las ideas de los demás.

El antídoto para esta crítica consiste en desarrollar el nuevo hábito de “re-pensar”. Debes construir una especie de acto reflejo que te haga responder: «¿por qué no?» o «¿y si…?» Explora, amplía y juega con las nuevas ideas antes de condenarlas. Recuerda que sólo puedes ser o un creador o un crítico. No hay término medio. Apaga esa voz crítica y libera tu creatividad.

¡Presta atención! Aquel aspecto al que prestamos más atención, acaba por crecer, se hace más y más grande. Siempre hay una rosa y una espina. Lo curioso es que si prestas más atención a la espina, es más probable que te pinches. El truco está en orientar nuestra atención hacia lo que es constructivo, positivo y creativo en nuestras vidas. Esto implica vivir plenamente el presente: no hay más presente que el tiempo que concedemos a nuestras propias ambiciones, o el que dedicamos a los que nos preocupan.

Introduce el segundo elemento: si la habitación está llena de oscuridad, introduce en ella el concepto de la luz. Así conseguirás fijarte en la posibilidad, y no te quedarás bloqueado en el problema. La pregunta es sencilla: ¿Está tu mente predispuesta a los problemas o a las posibilidades? Concentrándote en lo positivo no harás que el problema desaparezca, pero seguramente conseguirás que se desvanezca en el fondo de la imagen. Recuerda que nada grande se logra sin la plena potencia de nuestra atención.

Aprende a ser ignorante. No pretendas saber lo que de verdad desconoces. Tener la humildad de reconocer lo que no sabemos es particularmente importante en tiempos de incertidumbre. Recuerda que ante los Cisnes Negros es más importante lo que no sabemos que lo que sabemos.  Aprende a desaprender. Los seres humanos tendemos a confundir los mapas (nuestros modelos mentales) con el territorio (la realidad). Los modelos y creencias que utilizamos en nuestra vida diaria son válidos para los sucesos conocidos, pero hemos de tener la humildad de revisarlos cuando nos enfrentamos a Cisnes Negros. La dificultad reside en que, ante hechos imprevisibles, no sabemos de antemano dónde estará equivocado el mapa, y las consecuencias de equivocarnos. No estamos bien dotados para hacer frente a la incertidumbre, pero por razones prácticas, preferimos funcionar con previsiones y predicciones, aunque a menudo se revelen equivocadas.

Disuelve las fronteras entre el trabajo y el juego. La dificultad de mantener un equilibrio entre la vida personal y la vida profesional estriba en que entendemos el trabajo, de alguna manera, como una “no-vida”. Muchas de las personas que consiguen cumplir la mayoría de sus deseos son aquellas que han disuelto los límites entre el trabajo y el juego. Es decir, para ellos su actividad profesional es como una especie de juego en el que disfrutan como niños, de la misma manera en que los Nativos Digitales aprenden jugando.

Descubre cuál es tu sueño y cuáles son tus ambiciones. Usa tu fantasía y desarrolla tu afición para obtener una sensación de equilibrio. Se trata de un estado de ánimo, y no sólo de organizar tu agenda.

Compra un nuevo periódico cada día. Nos encanta recibir aquellas opiniones que refuerzan nuestro propio punto de vista, y que creemos que son la versión correcta de la realidad. Pero para ampliar tus horizontes, es mucho mejor que leas un periódico diferente cada día, y revistas y libros que normalmente no comprarías. Un montón de grandes ideas han llegado de esta manera.

Aplica la misma filosofía a las personas con las que te reúnes, y con las que pasas más tiempo. En esos encuentros, ¿vas a aprender algo nuevo?, ¿o simplemente vas a reafirmarte en tus convicciones?

Resulta fundamental que abandones tu “zona de confort”, el espacio físico y, sobre todo, mental en el que te encuentras cómodo, para atreverte a dar un paso más allá: dedica tu tiempo a hablar con personas que sabes que no comparten tu forma de pensar, o que simplemente tienen una aproximación diferente a los problemas.

¿Tengo que volver a re-pensarlo todo?

No es necesario que nos replanteemos todas las cosas todo el tiempo, una y otra vez. Sería algo agotador. Se trata simplemente de tomar conciencia: las soluciones están ya en nuestra mente, tenemos la llave, y sólo nos falta sacarla a la luz. Para lograrlo debemos utilizar una forma más positiva y creativa de pensamiento. Se trata de despertar tus propias ideas, y de dejar que lleguen a la superficie.

A menudo, la solución no está en seguir haciéndolo todo “muy bien” como siempre, sino en cambiar la forma de ver y hacer las cosas. Todas las ideas son buenas hasta que dejan de serlo. Sólo una nueva forma de pensar puede disparar la innovación, desbloqueando todos los frenos.

Comienza hoy mismo, ahora mismo. Trata de decirte a ti mismo algo nuevo y diferente. Si lo consigues, ya estarás en el camino para convertirte en un auténtico re-pensador de éxito. No hay muchas alternativas.

Si siempre haces lo que siempre has hecho, siempre conseguirás lo que siempre has conseguido.

Te recomiendo que leas/veas esta entrevista a Nigel Barlow, realizada por Teresa Turiera para Infonomía.

6 Comments

  • Nacho Muñoz dice:

    Me ha gusta do el post.
    Detrá de cada conducta crítica o creadora, tal y como la etiquetas, subyace unos niveles de tolerancia al riesgo y a la convivencia con escenarios de incertidumbre. Estos consejos son interesantes. Lo difícil, quizá, es que provoquen las conductas que pretenden en los espacios de confort en los que se mueven las personas conservadora o con bajos niveles de desarrollo de tolerancia al riesgo.
    Un saludo.

  • En mi opinión creo que la clave es aprender a desaprender. Si sólo se adapta se parte de una realidad conocida que se reinterpreta; si se innova se parte de la base de hacer cosas diferentes para lo cual hay que conocer lo que ya se hace.
    Sin embargo, desaprender es un concepto muy profundo que implica situarse de nuevo al principio del camino y volver a experimentar en búsqueda de soluciones que a veces serán nuevas y otras no. Cuando se cambia el contexto. la perspectiva también cambia y las soluciones que aparecen pueden coincidir o no con las que tomamos en el pasado pero a la luz del nuevo contexto. Es decir, supone combinar adaptar e innovar pero desde postulados distintos, con nuevos ojos.
    Desaprender es sumamente arriesgado, pero sin riesgo no hay victoria.
    Un afectuoso saludo.

  • Nacho Rivera dice:

    Muy buen artículo.
    Salir del paradigma. Difícil cuando hay muchos intereses…escuelas de negocio,gurús vendiendo libros,haciendo conferencias, libros de texto…etc. Crean su circulo, tienen un nombre y todos los demás a copiar.

    La escuela es un lugar muy bueno para empezar a ver el mundo con diferentes ojos. Pero ahí también frenan la creatividad a los niños.

    No creo que sea arriesgado, la autenticidad a la larga tiene sus frutos…o al menos es enriquecedor y te llena como persona. Buscamos el resultado rápido y éste si llega es pasajero, y poco duradero. Hay que aprender a equivocarse, a no tenerle miedo a lo desconocido, a lo alocado, a lo diferente…La vida, el trabajo, todo es un juego…aprendamos a jugar.

    Un cordial saludo.

  • Montse Roca dice:

    Leerlo reconforta, pero ¿cómo salir de «lo que tienes que hacer» para encontrarte con lo que «quieres hacer? Personalmente me considero una persona creativa, tengo muchas ideas y dicen que son buenas, pero me freno a la hora de llevarlas a la práctica, asi que creo que soy de las del «si, pero…» Mi único freno soy yo misma y lo que creo que «debo» hacer frente a lo que me gustaría hacer. Envidio a las persoans que disfrutan con su trabajo. Yo llevo un año en el paro, sin parar de hacer cosas, pero sin encontrar realmente el camino…

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