Las fronteras se diluyen. Nuevas comunidades de usuarios -tan grandes como países- emergen aparentemente de la nada y entornos antes bien definidos y diferenciados, como el trabajo y la vida privada, comienzan a diluirse. Se acabaron los compartimentos estancos. Los jóvenes de la nueva generación son capaces de escribir en un blog y responder a un correo del trabajo mientras ven un programa en la tele. Son nativos digitales. No importa el espacio físico en el que se encuentren. Pueden comunicarse al mismo tiempo con sus socios, sus jefes, sus amigos y sus colaboradores. Cuando un chaval se conecta todos los días desde España para chatear con otro chico que vive en Estados Unidos, está pulverizando las barreras físicas y culturales que conocemos. Por eso estamos conversando sobre fronteras líquidas.
Una de las características que mejor definen al nuevo escenario es la estructura de flujo. Este fenómeno revolucionario está cambiando nuestra forma de trabajar, y nuestra forma de entender el mundo y de relacionarnos con los demás. Y es que la humanidad nunca había tenido una estructura de flujo caracterizada por su alcance global y su falta de espacialidad. El ejemplo más claro lo constituyen Flickr, Myspace, Facebook, CNN, Wikipedia y otras grandes comunidades de la Red que suman ya más de 100 millones de usuarios.
En pocos años, estas comunidades han pasado de la nada -antes ni siquiera existían- a situarse entre los 15 países más poblados del mundo. FaceBook, por ejemplo, es uno de estos nuevos “países”: cuenta con una una población (usuarios activos) de 67 millones de habitantes, recibe a más de 101 millones de visitantes y crece a un ritmo de 250.000 habitantes (nuevos registros) por día. Es un país muy diverso en el que usuarios de prácticamente todas las naciones existentes comparten 14 millones de fotos a diario, y participan en más de 6 millones de grupos de interés.
Tal y como nos anticipaba Manuel Castells en su libro “La Era de la Información”, se está produciendo una auténtica revolución social centrada en la información; una revolución que está transformando nuestro modo de pensar, de producir, de consumir, de comerciar, de gestionar, de comunicar, de vivir, de morir, de hacer la guerra y de hacer el amor.
“Espacio y Tiempo, los cimientos de la experiencia humana, se han transformado, ya que el espacio de los flujos domina al espacio de los lugares y el tiempo atemporal sustituye al tiempo de reloj de la era industrial”
Se trata, en definitiva, de nuevas comunidades de flujo en las que debemos encontrar nuestro lugar como personas y como organizaciones. Si en el pasado construíamos nuestra identidad social sobre un sentimiento de pertenencia a un lugar, a una religión, o a una determinada cultura, ahora debemos aprender a construir esa identidad dentro de este flujo global de información y conocimiento; debemos animarnos a visitar estas nuevas comunidades virtuales como turistas de antaño, y lo tenemos que hacer de la misma forma que nuestros digitales nativos: interactuando, jugando y disfrutando.
Estoy realizando una investigacion sobre fronteras pero no como punto geografico sino como semiosfera, me gustaria sus reflexiones o textos sobre fronteras liquidas, gracias.
hola amigo todo esto viene dado por la globalizacion. lee acerca de eso te aseguro que entederas mas este tema y podrar formar una mejor estructura de conocimiento. saludos. Johan Calanche. desde Venezuela