Es hora de crear no de planificar. Tu futuro está por hacer y depende de ti, en vez de gastar energías en intentar predecirlo vuélcalas en crearlo.

En conversaciones  anteriores sobre la innovación personal hemos visto como el presente y el futuro son las dos caras de nuestro mapa de innovación personal. El presente es el lado continuo donde explotamos lo que tenemos y hemos aprendido a lo largo de nuestra vida, el futuro es lado discontinuo, no es una mera proyección del pasado, sino algo nuevo que construimos cada día y que emerge como resultado de nuestras acciones y omisiones.

Mi propuesta en la reflexión de hoy es bien sencilla; ya que tu futuro no está programado sino que es algo que está por construir y depende de ti, debes dedicar todas tus energías a construirlo.

Innovar para crecer profesionalmente y personalmente

En tiempos de incertidumbre decidir a qué vamos a dedicar nuestra atención y los escasos recursos que disponemos es crucial. Si queremos crecer tanto profesional como personalmente, tenemos dos alternativas: la explotación de las viejas certezas o la creación de nuevas realidades, es decir, invertir en innovación. La elección que hagamos entre estas dos opciones va a marcar si este será un año donde nos dediquemos meramente a sobrevivir o si será un año de cambios profundos en nosotros mismos y en nuestras vidas.

Cuando utilizamos una lógica explotadora normalmente vemos el futuro como una realidad externa a nosotros, frente a la que hemos de tomar posición y para hacerlo intentamos predecirlo para planificarlo. Y a partir de aquí, fijamos los objetivos concretos que queremos lograr, trazamos un plan  y manipulamos la realidad actual para alcanzar unos  objetivos predeterminados. La lógica explotadora es la analítica que nos han enseñado desde pequeño en las escuelas, por lo que podemos decir que es nuestra forma natural de abordar los problemas. Se basa en la premisa de que en la medida que podemos predecir el futuro, lo podemos controlar. Esta forma, analítica o causal, de razonar es particularmente útil cuando el futuro es razonablemente predecible, nuestro entorno es estable y tenemos claros los objetivos que queremos conseguir.

Cuando utilizamos una lógica emprendedora para abordar nuestro futuro, partimos de una premisa diferente: somos nosotros los que creamos nuestro propio futuro. Esta es la forma natural de razonar en las personas emprendedoras y de los innovadores. La lógica emprendedora es particularmente útil en momentos complejos e inciertos como los actuales, puesto que nos mueve directamente a la acción, para dejar de sentirnos víctimas de las circunstancias y animarnos a convertirnos en verdaderos protagonistas de nuestras vidas, convencidos  de que en la medida que somos nosotros los que creamos nuestro propio futuro, no necesitamos predecirlo para controlarlo.

Muchas veces estamos convencidos que hemos de ser de una manera determinada y nos parece imposible que podamos ser diferentes. Vivimos así atrapados en una realidad que los demás han construido para nosotros. El desafío está en salir de nuestra «zona de supervivencia» para avanzar hacia nuestra «zona de Innovación»; se trata de vivir los cambios como una oportunidad de generar una nueva realidad, explorando el futuro y aprovechándolo para renovar nuestra vida y a nosotros mismos, en lugar de limitarnos a sobrevivir a los cambios mejorando incrementalmente lo que hemos hecho siempre.

¿Qué podemos aprender de los emprendedores?

¿Cómo comienzan los emprendedores con éxito un nuevo proyecto?¿Cómo exploran el futuro?¿Cómo abordan la incertidumbre? ¿Cómo gestionan los riesgos?¿Cómo se enfrentan a la posibilidad de fallar?¿Qué distingue a los emprendedores de los que no lo son?

Efectuation

Estas son las cuestiones en las que indagó Saras Sarasvathy, académica de la Universidad de Virginia, en su estudio sobre emprendedores con éxito en Estados Unidos. Su mayor hallazgo fue que la forma de razonar que tienen los emprendedores  es, normalmente, diferente a como lo hace el resto de la gente. En su estudio Sarasvathy se refiere a la lógica «efectual» o «emprendedora» y al principio de «efectuación» como forma de abordar situaciones de incertidumbre, lo que contrasta con la lógica «causal» o analítica» con al que normalmente nos aproximamos a los problemas y de la que ya hemos hablado un poco más arriba.

En otras palabras los emprendedores, no elaboran una estrategia y un plan de acción para llegar a unos objetivos determinados y para ello buscan los medios necesarios, sino que optan por actuar en base a los medios existentes en el momento, dejando que los fines se redefinan de manera adaptativa, lo que hace posible que nuevas oportunidades emerjan a medida que avanza su proyecto.

El espíritu emprendedor como forma de vida

Desde la perspectiva empresarial, el espíritu emprendedor se asocia normalmente con la creación y gestión de empresas, y prácticamente todas las escuelas de negocio tratan el emprendimiento como una disciplina académica, asociada normalmente con el proceso de identificación de oportunidades de negocio, el desarrollo de un plan de negocio, y la búsqueda de los recursos necesarios para montar nuestra propia empresa.

Desde la perspectiva de innovación personal, el espíritu emprendedor hemos de verlo como un impulso que nos lleva a salir de nuestra zona de confort para construir nuestro propio futuro, centrándonos en aquello que da significado a nuestras vidas y es importante para nosotros, asumiendo riesgos inteligentes cuando otros optan por la seguridad, moviendo recursos del pasado al futuro y aprendiendo de nuestros errores, transformando las contingencias que encontramos en el camino en oportunidades futuras.

No se trata pues de enriquecernos con una idea brillante, se trata de enriquecer nuestras vidas para siempre. Se trata de pasar de gestionar lo conocido a explorar lo desconocido; lo desconocido no lo conocemos porque no lo alcanzamos a ver, no tenemos herramientas para verlo o simplemente no queremos verlo. Se trata de convertirnos en verdaderos protagonistas de nuestro futuro, viviendo conscientes de que somos una «beta permanente» de un proyecto inacabado, en construcción permanente, que necesitará de revisiones posteriores para desarrollar su máximo potencial.

Cinco pasos para empezar a construir tu futuro

Los emprendedores sin duda tienen ciertas habilidades innatas, pero lo importante es que los principios que utilizan para hacer frente a la incertidumbre se pueden aprender. Si quieres, puedes comenzar hoy mismo a crear un futuro alternativo a tu vida siguiendo los mismos pasos que ellos utilizan para hacer sus proyectos realidad.

  1. Prueba cosas nuevas partiendo de lo que tienes. Tu futuro está por hacer. Para crearlo debes abandonar cualquier victimismo, eso de que «la culpa es de los demás»,  para convertirte en protagonista de tu vida. Lanza pequeños «botes salvavidas» partiendo de lo que funciona en tu vida y deja de abrumarte por lo que no funciona. Céntrate en tus activos, tus aspiraciones y en tu realidad más próxima. ¿Cuáles son tus pasiones?¿Cuáles son tus habilidades y competencias?¿Qué sabes y te gusta hacer? ¿A quién conoces en términos de relaciones y redes sociales?¿Qué te hace diferente, que sea único y difícil de conseguir?¿Quién necesita lo que puedes ofrecer?
  2. Asume riesgos inteligentes, arriesga lo que puedes asumir. Los riesgos suelen ser el mayor impedimento que tenemos para ponernos en acción. A todos nos cuesta tomar decisiones donde el riesgo supera un cierto umbral de disconfort. Pero créeme, en la situación actual el mayor riesgo es no hacer nada. Asume el riesgo que sea asequible para ti, no lo conviertas en una cuestión de todo o nada. Como emprendedor construyes tu futuro, tomando los riesgos inteligentes y moviendo tus recursos del pasado al futuro. Emprender es perseguir la oportunidad más allá de los recursos disponibles y controlables en la actualidad y debes estar dispuesto a asumir riesgos, porque de otra manera es imposible avanzar en tu idea.
  3. Construye alianzas reales y duraderas. Busca la inteligencia colectiva. Para hacer tu idea realidad, rodéate de gente de confianza, amigos y colaboradores dispuestos a comprometerse con tu iniciativa. La consolidación de estos compromisos reduce la incertidumbre en las primeras etapas de tu nuevo proyecto.
  4. Considera las contingencias como una oportunidad para aprender. Esta es la habilidad más distintiva de los emprendedores: al no perseguir un objetivo cerrado, las sorpresas no las ven como errores sino que las transforman en oportunidades de aprendizaje. Comienza tu camino dispuesto a aprender de las contingencias y los errores que puedas cometer.
  5. Céntrate en hacer algo con los medios bajo tu control. Recuerda que tu futuro no es algo que puedas encontrar o predecir, es algo que tienes que crear, por lo que debes ponerte en acción con la confianza de que tus acciones se traducirán en resultados. Innova haciendo, trata de poner el énfasis en explorar, experimentar y crear algo nuevo con los medios a tu alcance, en vez de hacer grandes planes para alcanzar objetivos fuera de tu alcance.

4 Comments

  • Gustavo Vargas dice:

    Completamente de acuerdo, es una realidad simple: la acción es la que nos lleva al resultado.
    Fujio Chio, Presidente de Toyota Motor Corporation en 2002 afirmó: «Nosotros damos un gran valor a la implementación inmediata y a pasar a la acción. Hay muchas cosas que no entendemos y, por consiguiente, nos preguntamos ¿por qué simplemente no avanzamos y pasamos a la acción y probamos a hacer algo? Te das cuenta de lo poco que sabes, descubres tus propias fallas y puedes corregir simplemente esas fallas; y en un segundo intento, al hacerlo otra vez te das cuenta de otra falla o de otra cosa que no te gusta y puedes volverlo a hacer una vez más. Por eso, sólo con una mejora constante, o debería decir, con la mejora basada en la acción, uno puede acceder a un nivel más alto de práctica y de conocimiento».
    El único tipo de emprendedor debería ser el adaptativo, y de esa manera el índice de fracaso en los emprendimentos sería verdaderamente bajo. Creación es acción. Muy buen tema José y garcias.

  • lola rueda dice:

    nuevos perfiles para nuevos tiempos, emprendedores/as preparad@s para las mil y una batallas y dispuest@s a dejarse la piel en cada una de ellas…

  • Alberto dice:

    Hola José
    Me ha gustado el artículo. Bien enfocado y con pautas prácticas. Lo retuiteo.

    Alberto
    ReThinkYa

  • Carmen dice:

    He disfrutado mucho el artículo!

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